La interrupción de 10 horas de ChatGPT me ha dado una nueva perspectiva sobre la IA: realmente está ayudando a millones de personas a salir adelante
Después de todo, ¿quizá la IA sea la solución a nuestros problemas?

¿Fuiste de los que no supo que hacer mientras los servidores de OpenAI sufrieron una caída masiva durante más de 10 horas el pasado 10 de junio? Si te reconforta, no fuiste el único.
Durante seis horas seguidas estuve sentado frente a mi escritorio haciendo una cobertura en vivo del fiasco aquí en TechRadar, tratando de ofrecer tantas actualizaciones como fuera posible sobre una interrupción que, para muchos, se sintió como si hubieran perdido una parte de sí mismos.
Verás, me dedico a escribir sobre IA de consumo, destacando todas las mejores formas de usar herramientas como ChatGPT, Gemini y Apple Intelligence. Sin embargo, fuera del trabajo, estas plataformas tan impresionantes aún no han tenido un impacto real en mi vida.
Como alguien que está constantemente rodeado de noticias sobre inteligencia artificial —ya sea el lanzamiento de nuevos modelos de lenguaje o el último hardware impulsado por IA—, lo último que quiero hacer en mi tiempo libre es seguir usando IA. Pero el asunto es que, mientras más avanza esta tecnología a un ritmo vertiginoso, más imposible se vuelve ignorar las capacidades que está desbloqueando.
En el mundo creativo, es más probable toparse con escépticos de la IA que con personas que la elogian a los cuatro vientos. Y eso es comprensible: existe el temor sobre cómo afectará a trabajos como el mío —el de periodista—, y también un rechazo al mundo “esterilizado” que se está creando con contenido insípido generado por máquinas.
Pero ese escepticismo a menudo pasa por alto lo positivo de esta tecnología en constante evolución, que le da a las personas nuevas formas de trabajar, de ordenar sus ideas y de crear.
Después de seis horas blogueando en vivo y leyendo los miles de mensajes de lectores preocupados por el caos en los servidores de ChatGPT —así como por las diversas maneras en las que utilizan el chatbot—, me voy con una perspectiva completamente nueva sobre la IA.
Sí, hay elementos inquietantes; lo desconocido siempre da miedo. Pero también hay personas que están realmente sacándole provecho a la inteligencia artificial, y en formas que jamás se me habrían ocurrido.
Más que un chatbot
Una hora después de empezar la cobertura en vivo de la caída de ChatGPT, ya me estaba aburriendo de repetir, en distintas formas, que “sigue sin funcionar”. Fue entonces cuando se me ocurrió una idea: si tanta gente estaba leyendo el artículo, seguramente les importaba lo suficiente como para compartir sus propias razones.
En cuestión de minutos, tras pedirles a los lectores su opinión sobre la interrupción del servicio, mi bandeja de entrada se llenó de mensajes de personas de todo el mundo contándome lo difícil que les resultaba enfrentar el día sin acceso a su confiable chatbot de OpenAI.
Desde Canadá hasta Nueva Zelanda, de Malasia a los Países Bajos, los usuarios de ChatGPT compartieron sus preocupaciones y explicaron por qué la IA significa tanto para ellos.
Algunos dependen de ChatGPT para estudiar, y decían que les resultaba casi imposible hacer la tarea sin acceso al bot. Otros lo usan para mejorar sus habilidades en el mundo del online dating, comentando sus conversaciones en apps como Tinder o Hinge para asegurarse de dar con la mejor pareja. Y muchas personas me escribieron para contarme que pasan horas al día hablando con ChatGPT: para llenar un vacío, ordenar sus pensamientos, o incluso como una ayuda para conciliar el sueño.
Un lector me mandó un correo largo que empezó diciendo: “No he escrito un correo sin ayuda de la IA en meses, así que perdón si lo que intento decir está medio desordenado”.
Quienes no interactúan con IA a diario suelen tener una idea muy básica de lo que puede hacer, y muchas veces reducen su utilidad a contestar preguntas (a veces mal), buscar en internet, crear imágenes o escribir como robot.
Pero esa es una visión muy injusta de lo que realmente es la inteligencia artificial y de cómo la gente la utiliza en el mundo real. Desde ayudar a programar a quienes nunca antes pudieron escribir una línea de código, hasta ofrecerle a personas sin acceso a ayuda profesional un espacio para expresarse, ChatGPT es mucho más capaz de lo que muchos están dispuestos a aceptar.
ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial están dando acceso, a personas de todo el mundo, a algo que —cuando se usa correctamente— puede cambiarles la vida por completo, ya sea al desbloquear su productividad o al brindarles consuelo.
Existe un miedo profundamente arraigado hacia la IA, y con razón. Después de todo, escuchamos con frecuencia que esta tecnología va a reemplazarnos en nuestros trabajos, a eliminar la creatividad humana y a marcar el inicio de un levantamiento de robots.
Pero, ¿la aceptaríamos más colectivamente si esos temores fueran atendidos con seriedad? ¿Si los multimillonarios en la cima se enfocaran en demostrar cómo la IA puede mejorar la vida de los miles de millones de personas que luchan por mantenerse a flote en este mundo caótico?
La IA debería verse como una herramienta para liberar la creatividad humana, darnos más tiempo libre y permitirnos hacer menos tareas rutinarias para enfocarnos en disfrutar este corto viaje que es la vida. En cambio, este “renacimiento de la IA” se siente, para muchos, como una forma de hacernos trabajar más y no mejor, y eso inevitablemente genera un gran escepticismo.
Pero después de ver de primera mano el impacto que ChatGPT ha tenido en la vida de tantas personas, no puedo evitar sentir que la inteligencia artificial no solo merece menos críticas, sino que merece una mayor comprensión. No todo es blanco o negro: claro que la IA tiene fallas, pero también está ofreciendo ayuda práctica y real a millones de personas como nada que haya visto antes.
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John-Anthony Disotto is TechRadar's Senior Writer, AI, bringing you the latest news on, and comprehensive coverage of, tech's biggest buzzword. An expert on all things Apple, he was previously iMore's How To Editor, and has a monthly column in MacFormat. John-Anthony has used the Apple ecosystem for over a decade, and is an award-winning journalist with years of experience in editorial.
- Antonio QuijanoEditor